Comentario previo a mis camaradas

Reproducción parcial del correo electrónico difundido por Patria Argentina con el aviso del ejemplar de mayo y del programa La Otra Campana (Canal TLV1), “La Hidra Mundial y su relación con las profecías”.

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Comentario previo a mis camaradas

(Sobre el artículo “Entre triste y avergonzado”, ver a continuación)

Estimado compañero y camarada:

Más abajo, en el aviso de Patria Argentina, inserté un artículo breve (publicado en este ejemplar): “Entre triste y avergonzado”, principalmente para conocimiento y eventualmente ampliar su difusión para aquellos que compartan su contenido y lo consideran conveniente y oportuno. Aprecio que alguna verdad contiene, en la medida que mi esfuerzo por extender su conocimiento ha sido sistemáticamente interferido y casi anulado por manos anónimas, que seguramente tendrían relación con los repudiados en el texto del mencionado texto.
Una vez más compruebo que ¡Estamos rodeados! pero ¡No lo dejemos escapar!
Lamentablemente, la gran mayoría de los argentinos, inclusive amplios sectores militares, prefieren ignorar o hacerse voluntariamente los distraídos en relación a este acto vil y cínico, una verdadera afrenta que llevó a cabo el presidente norteamericano Barak Obama, juntamente con el presidente argentino Mauricio Macri.
No se dan cuenta que con dicho gesto o actitud – que no fue inocente ni un error de la Embajada Norteamericana o del ceremonial, sino plenamente intencional- Barak Obama “remachó definitivamente” la situación de los Prisioneros de Guerra Militares, lo que implica que seguirán como hasta el día de hoy los “juicios revolucionarios” que ejecuta la “Justicia de la República” (como predica la “pasionaria Argentina”, la Dra. Carrió) bajo la apariencia formal “democrática”.
En lugar de que los juicios sean presididos por un “Che Guevara” revolucionario, lo hace un burgués con el cargo de Presidente de la Corte Suprema de Justicia, el Dr. Ricardo Lorenzetti, acompañado por la totalidad del Poder Judicial (uno de los sectores clásicos de la burguesía nacional). La razón es simple: las sentencias no la firmaron los Kirchner ni la firma Macri, sino los jueces de las distintas instancias.
Lenin sostenía que «Siempre la burguesía va a comprar a la ferretería la soga con la que la misma burguesía será colgada por los revolucionarios.»
Es una muestra de que los argentinos no aprendieron nada de la Revolución Francesa, de la Rusa ni de la Cubana. Ni de tantas otras. En este contexto de impotencia y arbitrariedad sólo queda tener paciencia y esperar resignados la desgraciada e impiadosa extinción de nuestros camaradas Prisioneros de Guerra.
Personalmente, a la resignación y paciencia he decidido agregarle algo insignificante y tal vez considerado como ridículo por algunos: expresar mi repudio a los extranjeros y nacionales que crearon esta situación y la mantienen como verdugos, en la esperanza de que otras generaciones sean más dignas que las presentes y por lo menos puedan encontrar un punto de partida para sacar a luz la verdad histórica y realizar un acto de justicia póstuma.
Muchas gracias por la generosa atención y mi saludo afectuoso.

Santiago Roque Alonso (Tcnl R)

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