La técnica del Golpe de Estado de “color” Operación “cambio de régimen” – Por John Laughland*

Técnica del Golpe de Estado de “Color” – Operación “cambio de régimen” – Por John Laughland

Agradecemos la traducción del Francés de Ricardo Bernotas

Publicado en Horizons et débats N°50/51, del 4 de enero de 2010 con el título ―La technique du coup d‟Etat – Opération „changement de régime‟”y posteriormente en la Red Voltaire:

http://www.horizons-et-debats.ch/index.php?id=1951; http://www.voltairenet.org/article163449.html

Las revoluciones, a veces no son tan espontáneas como se cree.

La técnica de los “golpes de estado de color” tiene su origen en una abundante literatura de comienzos del siglo XX. Ha sido puesta en práctica con éxito por los neo-conservadores estadounidenses para “cambiar los regímenes” de varios Estados post soviéticos. Por el con-trario, ha fracasado en universos culturales diferentes (Venezuela, Líbano, Irán). John Laugh-land, que se ocupó de algunas de esas operaciones para The Guardian, describe este fenóme-no.

Georgia
En noviembre de 2003, el presidente Eduard Shevardnadze fue derrocado luego de protestas y denuncias de elec-ciones fraudulentas.

Ucrania
En noviembre de 2004, los acontecimientos de la “Revolución Naranja” comenzaron cuando se formularon acusa-ciones similares de elecciones fraudulentas. Como resultado el país perdió su antiguo rol geopolítico de puente entre Oriente y Occidente y fue empujado hacia una adhesión a la OTAN y a la UE. Dado que la Rus de Kiev fue el primer Estado ruso y que Ucrania actualmente se ha vuelto contra Rusia, se trata de un acontecimiento histórico. Pero, como decía George Bush: “o ustedes están con nosotros o contra nosotros”. Aunque Ucrania haya enviado tropas a Irak, era considerada como muy amiga de Moscú.

Líbano
Poco después que los Estados Unidos y la ONU hubieron declarado que las tropas sirias debían retirarse del Líbano, tras el asesinato de Rafik Hariri, las manifestaciones de Beirut han sido presentadas como la “Revolución del Cedro”. Una enorme contra manifestación de Hezbollah, el más importante partido pro-sirio, fue ignorada, mientras que la televi-sión mostraba sin cesar la muchedumbre anti-siria. Ejemplo particularmente enorme de mala fe orwelliana, la BBC ex-plicó a los telespectadores que “„Hezbollah, el más grande partido político del Líbano, es hasta ahora la única voz disidente que desea que los sirios permanezcan en el Líbano‟. ¿Desde cuándo la mayoría popular puede ser una „voz disidente‟”? (1).

Kirguizistán
Después de las “revoluciones” georgiana y ucraniana, fueron numerosos los que predijeron que la ola de “revolu-ciones” iba a extenderse a los antiguos Estados Soviéticos de Asia central. Y fue lo que sucedió. Los comentaristas pa-recían divididos sobre la cuestión de qué color se le atribuiría a la sublevación de Bichkek: ¿revolución “limón” o “tu-lipán”? Y no pudieron decidirse. Pero todos concordaban sobre un punto: tales revoluciones son apacibles, aún cuando sean violentas. El presidente del país, Askar Akayev, fue desalojado del poder el 24 de marzo de 2005 y los contestata-rios tomaron por asalto el palacio presidencial y lo saquearon.

Uzbekistán
Cuando los rebeldes armados se apoderaron de los edificios gubernamentales, liberaron a los presos y tomaron re-henes en la noche del 12 al 13 de mayo en la ciudad uzbeka de Andijan (situada en el valle de Fergana, donde también habían comenzado los disturbios del vecino Kirguistán); la policía y el ejército cercaron a los rebeldes y el resultado fue un estancamiento de larga duración. Se abrieron negociaciones con los rebeldes, quienes no cesaron de aumentar sus reivindicaciones. Cuando las fuerzas gubernamentales los atacaron, los combates produjeron unos 160 muertos de los cuales 30 pertenecían a la policía y al ejército. No obstante los medios occidentales presentaron inmediatamente esos enfrentamientos violentos de manera distorsionada, pretendiendo que las fuerzas del gobierno habían abierto el fuego sobre manifestantes desarmados, sobre “el pueblo”.
Este mito repetido sin cesar – de la revuelta popular contra un gobierno dictatorial – es aplaudido tanto a la izquierda como a la derecha del abanico político. En otro tiempo, el mito de la revolución estaba manifiestamente reservado a la izquierda, pero cuando el “golpe de estado” violento tuvo lugar en Kirguistán, el Times se entusiasmó a propósito de las escenas de Bichkek, que le recordaban las películas de Eisenstein sobre la revolución bolchevique; el Daily Telegraph exaltó al “poder tomado por el pueblo” y el Financial Times hubo de recurrir a una metáfora maoísta bien conocida de cuando Mao ponderaba la “larga marcha de Kirguistán hacia la libertad”.
Una de las ideas clave en la base de ese mito es evidentemente que el “pueblo” está detrás de los acontecimientos y que estos últimos son espontáneos. En realidad, claro es, se trata de operaciones muy organizadas, con frecuencia monta-das por los medios y habitualmente creadas y controladas por redes trasnacionales de “ONG” que son instrumentos del poder occidental.

(Ver nota completa en formato .pdf – Link en la parte superior de la nota).
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2 respuestas a La técnica del Golpe de Estado de “color” Operación “cambio de régimen” – Por John Laughland*

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